¿Cuándo decidimos que otro es el responsable de nuestra felicidad? No confiamos en el otro ni para que nos pida un café!! Madre mía! ¿Por qué hacemos esto? Estamos muy equivocados. Una buena amiga me dijo ayer que para ser feliz hay que decidir serlo y que podemos empezar con una bonita sonrisa mañanera. Eso, sonreir! Empezar por un acto consciente para tratar de convertir en hábito lo único que tiene sentido en esta vida. Y el universo te pone delante todo aquello que seas capaz de mostrarle. La creencia es importante en esto. Si crees que es posible, sucederá. Si, por el contrario, piensas que todo es desastroso, sin duda, al salir a la calle lo único que vas a encontrar será caos. Vamos a ponerlo en práctica! Acostumbremos a nuestra mente a lo positivo, a creer en los cuentos! Debemos saber que todo puede ocurrir! Seamos sinceros con nosotros mismos. ¿No os ha pasado eso de ir conduciendo con una prisa terrible y el coche de delante parece que va de paseo? Y cuando se va aparece otro y otro. Tienes dos opciones: o tensarte cada vez más o empezar a reirte. ¿Qué podemos hacer ante eso? Pues es evidente: salir antes de casa!! Pues así con todo. Claro que algunas cosas parecen más complicadas, pero sólo parecen. Si nos organizamos de otra forma, si vemos las cosas con un cristal tintado de otro color, si estamos tranquilos porque sabemos que podemos decidir encontrarnos con algo diferente, entonces ahí estará, delante de nuestra cara. A veces abrimos un poco la mollera y conseguimos que se produzca el milagro. Practica, practica y practica. Al principio puede resultar complicado pero después... será como respirar!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario