¿TOMAMOS UN CAFÉ JUNTOS?

Un lugar para encontrarnos...

martes, 29 de noviembre de 2011

Un poco de insomnio.

Las 5 de la mañana! Ahhhhhh!!!! Pero qué pasa? Vueltas y más vueltas en la cama... Al final, un sólo pensamiento: "Elena, levántate yaaa". Y ahora, qué? Hay una montaña de ropa por planchar, quizá toque eso pero, ¿a las 5 de la mañana? Me parece demasiado. Lo haré, emplearé la energía mañanera en hacer algo productivo, sobre todo porque dentro de otras 5 horas mi cuerpo estará reventado. Y aprovechando que hoy no trabajo quizá vuelva a acostarme. Esto del insomnio no me pasa a menudo aunque sí alguna vez. A veces pasa sin más, otras ocurre porque le doy vueltas a alguna cosa. Eso de que se da sin más quizá no sea del todo cierto. Puede ser que haya algo inconsciente por lo que estar preocupada y prefiero no darme cuenta. Y mira que odio eso de ocuparme antes de tiempo! A pesar de no gustarme nada creo que empleo bastante más tiempo del necesario en pre-ocuparme. Qué gasto inútil de energía! La última vez que me pasó no fue hace mucho. Fue bastante antes de las 5. Toda la noche en danza por un problema con el iphone. Inconcebible! Me dediqué a jugar con el ordenador, probando mil soluciones que nunca llegaron a nada; el iphone seguía bloqueado. Por la mañana tenía que trabajar!! Y fue uno de esos turnos que requerían atención plena, lo mejor de mi, todo mi esfuerzo... Qué curioso cómo pasan las cosas. Siempre cuando menos lo esperas. Y salió bien. Debería confiar mucho más en el universo porque, al final, todo sale perfecto.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Un momento...

Qué difícil lo del diseño del blog. Tantas posibilidades que no termino de decidirme. De momento se queda así. No se cómo poner fotos, aunque la finalidad de esto es escribir, ¿no? Tantos frentes abiertos que no llego a todos. Facebook, twitter, messenger, blog... ¿Y qué más? Bufff... Se supone que todo esto es un camino más para estar más en contacto con la gente. No se yo. Lo que sí está claro es que es más divertido si la gente participa. Si hay feedback es muy entretenido. Lo que veo es que hay momentos para eso, para meterse en el rollo, y momentos para estar totalmente ausente. Es complicado poner carne en el asador. Me refiero a que estas cosas, las redes sociales, funcionan si pones de tu parte. La cuestión es decidir cuánto pones. Y una vez que te metes, mejor será contar verdades, aunque sea a medias, que mentiras. Puedes decir lo que piensas, lo que haces, poner fotos tuyas o de tu gente, explicar lo que sientes, contar un chiste o una anécdota, abrir debates... Aún así, prefiero tomar un café o una cerveza. Hoy podemos tener ambas cosas. Los nuevos teléfonos con internet posibilitan eso. Pero, ¿nos perdemos algo del café por no dejar de estar pendientes del teléfono? Yo creo que sí. Hace poco vi a un grupo de adolescentes sentados a una mesa; cada uno miraba absorto la pantalla de sus smartphones y ni se miraban ellos mismos. Me pareció tan triste!! Prefiero que dejemos los teléfonos en el bolso y nos mantengamos realmente presentes alrededor de esa mesa. Si no, es posible que pasemos por alto algo importante...
Felicidades en tu cumple amiga!!

sábado, 26 de noviembre de 2011

Silencio

La calma del silencio consigue serenarme.
Hoy en día todo es bullício. La ciudad hierve a cualquier hora. Normalmente no lo oigo, el jaleo, siempre inmersa en los quehaceres cotidianos. El trabajo, la compra, el estudio, los amigos, las salidas, la familia... Pero a veces molesta, el ruido. Esos ratos en los que la ausencia de todo se necesita parece que me fijo más en cualquier detalle molesto. Y se agranda. Y el pulso se acelera, el mío. Y todos los músculos se tensan, los míos. Parece que la gente no lo oye, como yo la mayor parte del tiempo. Pero cuando lo necesito, cuando verdaderamente me hace falta, me enfado porque no consigo sentir ese silencio. Hay que acostumbrarse a todo esto. Y yo no puedo. O sí. Y se me ocurre desconectarlo todo, sobre todos los teléfonos. Y empiezo a sentir un poco de paz y a la vez un poco de control. Bendito silencio...

viernes, 25 de noviembre de 2011

Esperando...

Mi amiga está esperando a su hija. Quiero decir que está embarazada. Mi amiga de la infancia va a ser mamá. Esto es tan grande!! Es emocionante y muchas cosas más.
Todas vamos siguiendo la evolución. Y todos. Y cada día sabemos un poquito más de esa nueva personita que estamos deseando conocer. Además de sus papás y su familia también la esperamos nosotros, sus amigos. Y nos ilusiona ver la nueva ecografía, saber cuándo está tranquilita y deja a su mamá descansar y cuándo se muestra más marchosa. Queremos saber cuántos más detalles mejor. La verdad es que cambiará nuestras vidas, la de sus papis mucho más, claro. Pero será una más de nosotros. Estará presente en todas y cada una de nuestras reuniones y en los acontecimientos importantes. Y la vida continuará. Y veremos en sus cosas algo que se parece a nosotros. Seguro que nos reímos muchas veces al ver las semejanzas. Claro que hablo de cuando sea más mayor. Los hijos de mis amigas... Ya tenemos una tropa! Y los que quedan por venir! Es tan maravilloso!
La futura mamá está espléndida, pletórica y llena de energía. Me gusta verla así. Será una gran madre.

Me has pillado!

Me has pillado revolviendo los recuerdos del pasado... descubriendo cosas que ya había olvidado.
En las canciones encontramos muchos de nuestros pensamientos y sentimientos. Suenan, oyes y escuchas y rápidamente conectas. Nos pasa a todos. Cosas que no quise decirte.
Recuerdos del pasado. ¿Qué está pasando? ¿Es que el presente no es suficiente? Quizá el pasado me ayude a ver algo ahora. No lo se . ¿Coincidencias, sincronicidades? No voy a profundizar hoy pero lo haré. Luego...

Amaneciendo...

Un café por la mañana me ayuda a despejar la mente. En realidad a cualquier hora me ayuda. Su aroma y su cuerpo, su sabor, su compañía. Intenso.
Dicen que los sanitarios somos los peores pacientes. Lo escucho mucho. Y me lo creo. Yo misma me pasmo con mis reacciones. Despierta desde las 6 pensando en la extracción de sangre. No tanto por el hecho mismo del pinchazo, que también, sino por lo que hay alrededor. Las restricciones. Uff, he echado de menos el agua, el café y el tabaco. Menuda tontería! Pero sí, los he echado en falta! Por ese orden. El vampiro ha sido benévolo. Creía que iba a sentir más dolor. Pero no. Para esto también son fundamentales las manos expertas. Y quedo agradecida y sorprendida. Acostumbrada a ver la sangre, no me ha hecho mucha gracia ver la mía. Espesa y oscura.
Hace un sol espléndido. Saldré a dar un paseo para llenarme de energía.
Ya hablaré del café...